He leído que en las organizaciones más eficaces, las personas pueden realizarse personalmente y, además, sintiéndose ellas mismas, que además aprenden constante y continuamente y que disfrutan con la labor que hacen incluso en aquellas ocasiones en que tienen que superar dificultades. Así, ya he señalado tres características que presentan los componentes de una organización eficaz y que además son estados en los que una persona puede encontrarse. Y ya puestos, ¿qué tal si le damos la vuelta a los argumentos y nos hacemos un propósito… o tres?
Realización personal.- Vamos a proponernos alcanzar ese estado de realización profesional con lo que hacemos en nuestro trabajo, en nuestra organización, sea ésta cual sea. Además, hagámonos promotores de salud personal y organizacional proponiendo a los compañeros de trabajo que apuesten por realizarse en dicha organización. Realizarse es sentirse útil por lo que aportamos, aceptar las propias limitaciones, valorar nuestras virtudes y poner en juego valores personales que nos impliquen personalmente en el desempeño de nuestro trabajo. La propuesta: Seamos ejemplo de personas realizadas y propongamos a los compañeros serlo.
Aprendizaje continuo.- Vamos a proponernos, también, estar abiertos a aprender constante y continuamente acerca de nuestro trabajo, de nuestra organización y de las personas que, con nosotros, hacen nuestra organización. Indaguemos qué modos hay de hacer nuestro trabajo más rápido, más eficazmente y más cómodamente. Activemos nuestra curiosidad por la forma en que otros hacen lo que hacemos nosotros. Leamos, investiguemos en videos, inventemos modos de mejorar, de hacerlo más fácil. Estamos atentos a la posibilidad de asistir a algún curso en el que, con los formadores y los otros alumnos, aprender, mejorar y crecer. La propuesta: comprometernos a estar en constante proceso de aprendizaje y a contagiar este compromiso a los compañeros.
Disfrutar.- Es la tercera de las propuesta que debemos hacernos. Es evidente que nuestro trabajo debe proporcionarnos satisfacciones. Debe ser agradable pensar en ir a trabajar. Muchas veces nosotros mismos nos hacemos difícil alcanzar este estado de bienestar, pero debemos reflexionar acerca de todo lo que tenemos que agradecer a nuestro trabajo y nuestra organización y poner los medios para hacer crecer lo positivo y que nos hace disfrutar con nuestra obligación. La propuesta: caminar hacia un desempeño satisfactorio de mi trabajo y proponer a los compañeros disfrutar con lo que hacen, haciendo para ello lo que se considere necesario.
Trabajar para que tu organización sea un entorno en el que puedas sentirte realizado, es trabajar para construir un sueño grande del que finalmente podrás sentirte orgulloso.
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Vivir la construcción de ese sueño con conciencia plena de lo que en cada instante se está viviendo es disponer de la satisfacción en el instante presente de modo que los resultados no son lo
único que nos proporciona satisfacción sino que la satisfacción se va sintiendo a cada paso.
Hacer esta labor de construcción desde uno mismo sin exigir a los compañeros sino como un mero reto personal es tranquilizador. Hacer esta labor invitando cordialmente a los demás sumarse y aceptar que lo hagan o que pueden no hacerlo es dar una dimensión organizacional y social a nuestros propósitos.
Tu sueño comienza a hacerse realidad en el mismo momento en que en tu mente apareces dando los primeros pasos en su construcción… #AnimoAPracticar
[Imágenes extraídas de Creative Commons Images]