Siempre he pensado que es posible lograr la felicidad todos los días de la vida a pesar de las dificultades: Enfermedad, circunstancias económicas o laborales, la experiencia de perder a un ser querido, entre muchas otras. Con esta creencia he vivido muchos años y estoy satisfecho con la forma en que me han ayudado a recibir la vida cotidiana. He sido feliz. Sin embargo, hoy tengo una visión algo diferente de la forma en que estoy experimentando ciertas circunstancias, algunas situaciones que se me imponen y que tengo que aceptar.